¡Bienvenidos un día más! Hoy os contaremos como evolucionó la sanidad gracias a la pandemia
Una circunstancia que está clara en estos tiempos de pandemia mundial producida por el COVID-19 es la evolución global del sistema médico-sanitario. Vamos a analizar varios aspectos:
-La industria farmacéutica ha ayudado a este proceso a través de una colaboración más intensa y con la incorporación de las nuevas tecnologías para atender mejor las necesidades de los pacientes y de los profesionales sanitarios, no sólo se ha centrado en la investigación de vacunas sino, también, en buscar tratamientos para los pacientes ya infectados y sus secuelas
Los científicos y farmacéuticas trabajan a marchas forzadas para la conseguir medicamentos eficientes y vacunas para la lucha contra el coronavirus. En pocos días se empezará la vacunación de la población según el calendario establecido por las autoridades, con la vacuna Pfizer y Moderna.
-La legislación y cientos de normativas ideadas para un problema puntual también son dignas de ser mencionadas. Son aprobadas con procedimientos de urgencia y con obsolescencia de pocos días o semanas; de hecho, nunca el ciclo de vida de las normativas creadas por las AAPP fue tan corto.
-Un sector en el que, obviamente, se han acumulado los cambios organizativos es el sanitario. No se trata, únicamente, de la necesidad de reorganizar la asistencia hospitalaria o la primaria para atender a un número elevado de pacientes con alta capacidad de contagio (como demuestran, desgraciadamente, las altas cifras porcentuales de personal sanitario contagiado), sino también de incrementar la eficiencia en los procedimientos empleados.
Se ha trabajado para disponer de circuitos independientes a enfermos COVID-19 de otros que padeciesen otras enfermedades no contagiosas, habilitación de nuevas zonas de UCI o de hospitalización, e incluso, como se ha mencionado anteriormente, la construcción de nuevos hospitales.
-Otro elemento que ha adquirido importancia es la denominada “teleconsulta”. Se trata de establecer una comunicación multimedia síncrona entre el paciente y el profesional sanitario empleando cualquier plataforma telemática. La pandemia ha incrementado su uso y, tras un periodo de adaptación es muy demandada.
En base a un estudio reciente, el 70% de los actos médicos podrían hacerse a través de telemedicina pero ello exigiría sistemas eficaces que permitiesen una detección inmediata de aquellas personas que tuvieran necesidad de atención física. Conviene tener en cuenta un aspecto en el cual no se debe de caer, la despersonalización de los pacientes.
Esta atención telemática conlleva la formación de los profesionales en el desempeño de las nuevas tecnologías.
El problema más complicado es asegurar que no se rompa la necesaria confianza entre el médico y el paciente para comunicar las situaciones médicas con la misma efectividad, prudencia y relación que se logra con una relación cada a cara.
Aunque un porcentaje de las consultas presenciales pueden desarrollarse sin necesidad de exploración del paciente, al menos, si es necesario disponer y acceder en tiempo real.
La digitalización creciente de la sociedad hará que los pacientes y personal sanitario también estén preparados en su inmensa mayoría. Una ventaja derivada del uso de la teleconsulta es el de prevenir el autodiagnóstico si los pacientes encuentran sencillo acceder a servicios de este tipo. Aunque no todos los diagnósticos pueden realizarse a través de una consulta online, sí puede ser el primer paso para contrastar información y evaluar si la situación del paciente requiere de atención médica urgente o no.
-La capacidad de fabricación de componentes, de integración, de suministro y de los procesos de homologación requeridos parapara poder distribuirlos con seguridad al sistema sanitario, la necesidad de un mayor nivel de medicalización en las residencias de ancianos; el respirador automatizado, la homologación de productos sanitarios (dispositivos médicos) es un proceso arduo y lento por lo que únicamente se pueden conseguir autorizaciones de forma provisional y ante situaciones reales de emergencia para salvar vidas.
-La modificación de las cadenas de provisión global para hacerlas más resilientes ante nuevas crisis. La respuesta inmediata es la de crear “stocks estratégicos” de material necesario. En algunos casos, es obvio, factible y se está haciendo (es el ejemplo del almacenamiento de mascarillas o respiradores por citar dos ejemplos). En otros casos, es mucho más complejo y requiere por parte de las autoridades sanitarias adelantarse a proveerse de stocks de medicamentos que no existen todavía (como es el caso de vacunas o fármacos antivirales en desarrollo).
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